CLASE DE ESGRIMA ADAPTADA

Para la práctica de la esgrima paralímpica se utilizan tres armas. Tanto el florete como la espada, algo más pesada, se puntúan tocando al oponente con la punta del arma. En el sable también cuenta si golpeas con la hoja. El florete solo puntúa si llega al torso del oponente, mientras que la espada y el sable contarán si consigues cualquier zona por encima de la cintura.

En las competiciones de esgrima adaptada o en silla de ruedas podemos distinguir dos niveles:

Categoría A: los atletas dominan bastante bien el tronco  lo que les permite inclinarse hacia delante y hacia atrás para atacar a su oponente o esquivar. También, el brazo que porta el arma es totalmente funcional. Normalmente, son atletas con paraplejia u otros tipos de discapacidades en el tren inferior, pero no necesariamente usan una silla de ruedas en su vida cotidiana.

Categoría B: Los competidores tienen una discapacidad que afecta tanto las piernas como el torso o el brazo que usan en competición. A veces incluso tienen que agarrarse el tronco con el brazo libre porque los ataques sean más efectivos.